Este viernes hemos dormido en La Cabaña Oreneta en Les Cabanes als Arbres ubicado en Sant Hilari de Sacalm en la provincia de Girona. Salimos de Barcelona pasadas las dos de la tarde. El calor es insoportable, y los claxon de los vehículos concentrados en la Meridiana están a punto de perforarnos los tímpanos.
En ese momento somos conscientes que estamos iniciando una escapada de fin de semana en plena operación salida de vacaciones, y ya no hay escapatoria, ponemos la radio, respiramos hondo y continuamos en busca de nuestra cabaña en el árbol.
Aquí os dejamos la ubicación de Les Cabanes als Arbres:
El último tramo es precioso, cinco kilómetros serpenteando a través de las montañas, rodeadas de abetos, pinos, y helechos que nos recuerdan que ya estamos de fin de semana. La temperatura ha bajado levemente, y Ottis Redding suena en la radio. ¿Qué más se puede pedir?
Llegamos al parking de les Cabanes als Arbres aparcamos el coche y nada más bajar una bocanada de olor a abeto y montaña nos llena los pulmones. No sabemos dónde ir pero mirando a izquierda y derecha un letrero, muy mono, nos señala la recepción.
Caminamos por un sendero y llegamos a una masía, presidida por una piscina y una zona al aire libre con mesas para relajarse. El primero en recibirnos en un gato gris y blanco que duerme plácidamente en la puerta, y ya en la recepción nos da la bienvenida Carmen, una simpatiquísima catalana/cordobesa, que nos da un plano del bosque y nos explica, con un catalán de Girona, perfecto, cómo llegar a nuestra Cabana dels arbres: Oreneta, donde dormiremos esa noche. También nos da una cesta con diferentes objetos: dos frontales, por si queremos ir a dar una vuelta por la noche; un walkie, por si no tenemos cobertura en los móviles y necesitamos contactar con recepción en cualquier momento de la noche; unas pilas por si están gastadas las de las dos lámparas (única iluminación que hay en la cabaña) “un llargavistas” por si queremos divisar desde la cabaña las aves de la zona; dos frontales, por si queremos dar una vuelta cuando haya oscurecido; y por supuesto, la llave de la cabaña.
La cena se sirve, a partir de las 9 de la noche, en la Masía, al lado de recepción, o si lo prefieres, te la suben a la cabaña. El desayuno de la Cabana dels Arbres se sirve siempre en la cabaña, lo dejan a las 9 de la mañana y puedes escoger: café, té, diferentes zumos, dulce (pan con mermeladas y mantequilla) o salado (pan jamón del país o queso por ejemplo). Carmen nos explica que lo dejan en una cesta colgada en la cabaña y no avisan, para que podamos, si queremos, dormir un poco más. A Amelia le parece divertido y comenta que entonces podemos robar las cestas de las otras cabañas, Carmen le contesta en castellano, con un acento andaluz, que nos deja completamente fascinadas, que es la primera vez que le dicen algo así, alguna vez le han dicho que si algún animal podía comerse el desayuno, pero nadie ha tenido la ocurrencia de Amelia, y riendo nos dice que espera que no falte ninguna cesta la mañana siguiente. El motivo por el que domina los dos idiomas, mejor que es lo explique ella cuando vayáis a visitar Las Cabanes als Arbres.
El interior de la masía tiene varios servicios para los clientes, las duchas y baños; sala de estar, con libros y enchuches para cargar los dispositivos móviles, ordenadores y demás; comedor donde se sirven las cenas; y servicio de bebidas que puedes consumir en la terraza que se encuentra en la entrada de la masía, único espacio de Les Cabanes als Arbres donde se puede fumar.
El recorrido hasta cada una de las cabañas está muy bien señalizado, cada cabaña tiene un color, y basta con seguir las indicaciones para llegar. Nos adentramos en el bosque en busca de la cabaña Oreneta, que se encuentra a 700 metros. El silencio sólo se rompe con el canto de algún ave o cuando pisamos alguna rama del camino. Nos parece increíble que a escasas dos horas del caos de la ciudad pueda existir este remanso de tranquilidad.
Al llegar, confirmamos que la cabaña, tal y como nos había dicho Carmen, está colgada, literalmente en los árboles. Para acceder tenemos que subir por una escalera vertical y abrir con la llave una trampilla que nos da acceso a la terraza de la cabaña. La mochila la colgamos de una polea y la subimos una vez estamos arriba. Una puerta corredera nos da acceso a la cabaña, totalmente equipada, chimenea de biocombustible(que a finales de Julio, como es lógico, no hace falta utilizarla), cama, sillones, wáter ecológico, zona de aseo (pica, botella con agua, jarra, toallas, jabón) y una botella de agua mineral. También nos ha sorprendido encontrarnos, sobre la mesa, una pequeña bandeja con enseres para preparaos un café o un te en algún momento; nos gusta el detalle porque lo primero que hacemos nada mas despertarnos es tomarnos un café aunque sea de sobre. Siempre agradecemos este detalle en los hoteles y no tener que esperar al desayuno.
Dejamos las mochilas en la cabaña y nos vamos a caminar por la zona. El paisaje es espectacular, recorremos todo el bosque viendo cada una de las cabañas y lo preparado que está el complejo para la extinción de incendios.
A las ocho y media llegamos a la Masía, le pedimos a Núria, que ya estaba en la cocina preparando las cenas, dos cervezas fresquitas y nos vamos a la terraza, controladas en todo momento por el gato, sin duda el dueño del lugar. A las 9 entramos en el comedor, nos sirven una tapa y nos entregan la carta. Todos los platos se elaboran en la Masía, aquí podéis ver la carta que se sirve en la Masía y la que se sirve en las cabañas. Nosotras os recomendamos las cremas de calabacín y calabaza, la pasta con salsa de setas, el estofado de ternera, y de postre el tiramisú.
La vuelta a la cabaña, de noche, es un momento que no os podéis perder. Los sonidos del bosque por la noche, y las sorpresas que os podéis encontrar en la subida, nosotras tuvimos la suerte de descubrir una tela de araña perfectamente tejida bloqueando el camino y su dueña tejiendo, por supuesto! Desde la cabaña es divertido ver el desfile de luces del resto de huéspedes que regresan de la Masía en busca de sus cabañas. Pasamos la noche con todas las ventanas abiertas, sintiendo la brisa y cuando el viento soplaba un poco más fuerte, notando como se balanceaba la cabaña.
El amanecer es impagable, entre la alta vegetación el cielo se inunda de color, y lo mejor es poder disfrutarlo sin moverte de la cama, esperando a que llegue Ramón con el desayuno. Poco después de las 9 de la mañana oímos el motor de un coche acercándose, para al lado de la cabaña, y Ramón nos cuelga la cesta en la polea. Nos acomodamos en las tumbonas de la terraza y degustamos el generoso bocadillo de queso, el café, y el zumo de naranja recién exprimido si poder dejar de mirar el techo de ramas que nos cubre.
Se acabó nuestra experiencia en Las Cabanes dels Arbres y volvemos a la ciudad, por el mismo camino serpenteante, pero esta vez lo disfrutamos más, acompañadas por la banda sonora de Los chicos del Coro, y recordando la noche perfecta que hemos pasado flotando entre los árboles.
Algunos consejos que os damos para vuestra estancia en las Cabanes als Arbres:
- Al tratarse de un alojamiento diferente y único en Cataluña deberéis reservar con mucha antelación. Si es para el fin de semana, sea invierno o verano, calculad un año de antelación. Si os queréis alojar entre semana (el viernes ya se considera fin de semana) podréis con dos o tres meses de antelación. En la web del alojamiento, al hacer el booking, lo podéis ver. La estancia incluye el desayuno pero la cena la podéis reservar a parte.
- ¿Qué cabaña es mejor reservar? La verdad es que todas son preciosas. Todas cuelgan de los árboles pero sí que nos dimos cuenta que hay unas cuantas que, a parte de colgar de los árboles, también están atravesadas por el tronco de un abeto en el centro de la cabaña y para llegar a ellas accedes como por un puente colgante. Por ejemplo hay dos que están mas alejadas y se denominan Mallerenga y Cargolet que están a 600 metros de la masía y que cumplen estas condiciones. Parecen platillos volantes en medio del bosque. Además son las dos mas cercanas al acceso del Parque Natural de les Guilleries. En cuanto a qué cabaña reservar, pensad en si os gusta estar mas o menos alejados de la Masía, quizás este sería el criterio porque todas valen la pena.
- ¿Mejor en invierno o en verano? La verdad es que las dos estaciones deben ser buenas. Nosotras hemos estado en verano y eso nos ha facilitado el dormir con las ventanas abiertas y escuchar los sonidos del bosque pero en invierno con el frio y la estufa encendida puede ser una estancia muy bucólica. La chimenea tiene un encanto especial y nos sorprendió dado que no posee salida de humos ni requiere instalación. Por lo visto son chimeneas especiales para el caso y se denominan chimeneas de biocombustible. ¡Incluso estamos pensando en comprar una e instalarla en nuestro piso de Barcelona!
- Llevad calzado cómodo, ya os hemos comentado que se trata de un bosque así que los pasillos del hotel son senderos estrechos y algo resbaladizos debido a la pinaza que cae de los abetos y demás árboles. Además si ya estáis allí, qué mejor que antes o después del alojamiento os deis un paseo por la zona que no es ni mas ni menos que el Parque Natural de les Guilleries.
- Si queréis cenar en la misma Cabana del Arbres no tendréis mayor problema pero si deseáis cenar en la masía deberéis no ser los últimos en llegar, dado que no tienen disponibilidad para todo el mundo. De hecho suponemos que así lo tienen calculado porque una gente cena en la cabana y otros no, pero por si acaso os avisamos.
- Os aconsejamos que deis un paseo por todo el complejo antes de la cena, a parte de ser un bonito paraje resulta que veréis las diferentes construcciones de las cabaña pues no todas son iguales. Por otro lado, a medida que caminéis por la zona podréis ver algo que nos llamó la atención y es que hay un montón de abetos de diversos tamaños. Dedujimos que son como granjas de abetos que posteriormente serán empleados o bien como abetos de navidad o bien como material de construcción. A nosotras nos hizo especial gracia ver estos paisajes pues podrías apreciar el crecimiento de los abetos que oscilaban desde los pocos centímetros de altura hasta los mas de 25 metros de cada uno de ellos. Verdaderamente majestuoso.
- Si tenéis como costumbre daros una ducha antes de ir a dormir o bien a primera hora de la mañana deberéis pensar que las duchas están en la masía así que calculad bien el paseo. Si es verano o hace tiempo de disfrutar de la piscina no hay mayor problema dado que las duchas están al lado pero si el caso es que es invierno y no os apetece caminar, deberéis lavaros con los utensilios que hay en la cabaña y que son suficientes. Os lo aconsejamos porque es como volver a otra época en la que el agua corriente no existía; en cualquier caso te das cuenta de la poca agua que se requiere para asearse y de la mucha que malgastamos en nuestra vida.
- Si sois de aquellas personas que os gusta disfrutar de un spa, en el complejo tienen uno pero tendréis que reservar previamente. No es caro, si no han cambiado los precios están alrededor de los 25 euros. Nosotras no disfrutamos de este placer así que ya nos contaréis qué tal os ha ido mediante vuestros comentarios, si queréis.
Cómo están construidas las Cabanes Als Arbres:
Nos gusta la naturaleza y cuando vimos semejantes alojamientos colgados de los árboles lo primero que pensamos es si hacía daño a los árboles. La verdad es que parece ser que no y en un librito de presentación que tienen en cada cabaña te explican que el proceso no es doloroso para los árboles.
Agradecemos que lo expliquen y por ello os trasladamos lo que relatan al respecto y de forma muy sencilla. Comentan que las cabañas se montan con pierna de fuerza debajo de la misma. Para obtener el aspecto visual más ligero han desarrollado un sistema de suspensión por cable. Dichos cables, de mucha fuerza y poco diámetro casi desaparecen en el paisaje para producir un efecto invisible, la verdad es que las cabañas parecen flotar en el aire. La fijación de los cables se realiza mediante el soporte de un eje metálico anclado en el árbol. Aunque pueda parecer dañino, esta técnica dicen que es muy actual y la mas respetuosa para el árbol. El árbol crece gracias a su sabia elaborada, producida por la fotosíntesis. Con el crecimiento, el tronco y las ramas aumentan de diámetro y se alargan. Cuando nace una rama o cuando se poda el árbol se forma un labio circular cicatrizante también llamado callo que abraza la rama y compensa la falta de paso de savia gracias al aumento de fibra en el mismo labio. De esta forma cuando se instala el eje de la Cabana se comporta como si fuera una rama artificial del árbol. En el librito también se indica que el árbol se comporta como lo haría una persona con un piercing o un pendiente; vamos, que no le hace daño y eso nos gustó leerlo y verlo.
(foto nuestra comic)Después de nuestra estancia en verano en Les Cabanes als Arbres, lo que os podemos asegurar es que intentaremos a hacer una reserva para probar cómo se duerme en invierno pues queremos ver ese bosque nevado y disfrutar de una velada de chimenea y manta en medio de la naturaleza.
Les Cabanes als Arbres
Carretera Vallclara,17403
Sant Hilari Sacalm, Girona
Cataluña, España
¿Alguna vez habéis estado en algún alojamiento diferente? dejadnos comentarios, si queráis, y compartimos experiencias.