En este post no queremos hablaros de lo imprescindible de Dublín que encontraréis en la mayoría de guías y blogs dedicados a Dublín, ni de las atracciones turísticas que te ofrece, queremos descubrirte lugares, zonas, rincones escondidos de Dublín, que están fuera de ruta y algún consejo para que aprovechéis al máximo vuestra visita a la capital de la República de Irlanda.
1. The Liberties
Para nosotras es uno de los imprescindibles de Dublín. Se trata del barrio más antiguo de la ciudad y uno de los menos visitados. Algo perfecto para descubrirlo sin tener que esquivar a los cientos de turistas. Os recomendamos comenzar la ruta por Bride Road y pasear por las calles dónde se encuentran los Iveagh Buildings (entre Bride Street, Bride Road y Nicholas Street) Son casas de ladrillo rojos, con cornisas y cúpulas doradas oxidadas. En sus fachadas hay placas en las que cuentan la vida de los habitantes que os transportarán a la vida de aquella época. Después adentraros en la parte más popular del barrio Meath Street, pasareis por la Iglesia de Sainte Catherine, que contrasta con las casas bajas, de ladrillo rojo y puertas de colores de Thomas Courth. The Liberties es un barrio humilde, en el que los niños están jugando en la calle y muchas de las puertas están abiertas. Si os gusta el cine inglés e irlandés seguro que las casas humildes os recordarán a más de una película, Secretos y mentiras, Café Irlandés. Son las típicas casas de ladrillo con puertas de colores, con un patio posterior.
Para acabar, dirigiros a The Coombe, un pórtico que recuerda las penosas condiciones en las que vivían los niños en The Liberties en el siglo XIX. Uno de los rincones escondidos de Dublín que no os podéis perder.
2. El Museo de los Escritores
Cuando visitamos una ciudad por primera vez no acostumbramos a entrar en los museos, queremos aprovechar el máximo tiempo posible recorriendo las calles y mezclándonos con la gente del lugar, pero el Museo de los Escritores merece una parada. Nos sorprendió positivamente que Dublín dedicara un Museo a la literatura, que apostara por dedicar un espacio a homenajear a los escritores y escritoras irlandeses.
Una apuesta arriesgada si se quiere hacer negocio, ya que estamos en la época de la electrónica, de lo digital y no se valora la literatura como se merece. El Museo lo visitamos, prácticamente, solas confirmando la poca acogida que tienen este tipo de exposiciones.
Además de poder hacer un recorrido por la historia de Irlanda a través de sus escritores, con total tranquilidad, en el Museo de Escritores de Dublín hay una joyita que merece la visita, una primera edición de Drácula de Bram Stocker, casi lloro de la emoción al verlo.
Otra cosa que valoramos muchísimo es que no se han olvidado de las escritoras que a través de sus libros plasmaron la realidad de una época y nos ayudaron a avanzar, dando visibilidad a las mujeres. La segunda joyita que guarda este museo es la máquina de escribir de Kate O’Brien.
3. La cámara de los Lores del Bank of Ireland
En el número 2 de College Green se encuentra el Bank of Ireland. El edificio fue construido entre 1728 y 1739 y el interior lo podéis ver con una visita guiada los martes por la mañana, pero si estáis en Dublín otro día de la semana y no os lo queréis perder podéis entrar, ya que el banco está en funcionamiento, y preguntar si os permiten ver la Cámara de los Lores. A nosotras no nos pusieron ninguna pega y nos abrieron la puerta para que lo pudiéramos disfrutar. No os perdáis detalle: los techos, las paredes, la lámpara, la chimenea, … Tenéis que verlo.
4. U2 y el Hotel Clarence
El Hotel Clarence se encuentra en la zona de Temple Bar, exactamente en el número 6 de Wellington Quay. A los irlandeses les encanta contar historias y nos explicaron que el grupo U2 empezó cantado en ese trozo de la calle, delante de una pared azul, y solía abarrotarla de espectadores. El gerente del hotel estaba cansado de tanta gente a todas horas y, sobre todo, de que no fuesen a su hotel y restaurante porque ese grupo de adolescentes callejeros atraía a más gente que su propio local. Un día Bono entró en el hotel y le propuso un trato bueno para los dos: tocar dentro de su hotel y así su banda estaba resguardada del mal tiempo, habitual en Irlanda, y el The Clarence Hotel tendría gente consumiendo. Pero el director del hotel no aceptço el trato y Bono le dijo que algún día él sería famoso y compraría su hotel. ¿Qué pasó años mas tarde? Obviamente Bono se hizo famoso con su banda U2 y pasados unos cuantos años volvió adquirió el Hotel. De hecho Bono es dueño no sólo del hotel sino de la mayoría de los edificios de esa manzana y allí, en el tejado del The Clarence se rodó el vídeo clip de su famosa canción Beautiful day.
Hay una frase que dicen los irlandeses: «No dejes que la verdad estropee una bonita historia» Así que nunca sabremos si es cierta la anécdota que explican de Bono de U2 con el director del Hotel Clarence, pero nos gustó la historia y vale la pena pararse delante de la pared azul e imaginar como sería los inicios de los U2.
4. Early Bird
Teniendo en cuenta que Irlanda es un país caro (como casi todas las ciudades europeas) es importante conocer el Early Bird, que viene a ser como una cena Happy Hour. Normalmente, empiezan a partir de las 17:30 o 18:00 cada restaurante o Pub marca su horario y dura una hora, aproximadamente.
El Early Bird te permite cenar casi a mitad de precio de lo que pagarías fuera de este horario y/o cenando a la carta. Esto no quiere decir que sea barato, pero merece la pena aprovecharlo.
En los restaurantes, aunque estéis dentro del horario del Early Bird, os traerán la carta y tendréis que pedir expresamente el Menú Early Bird.
Quizás os parezca muy pronto cenar a las 18:00 pero tened en cuenta que el desayuno Irlandés es muy potente y si os pasáis todo el día visitando la ciudad, podéis hacer un tentempié a mediodía y el Early Bird será vuestra comida/merienda/cena.
6. Alojamiento en residencia de estudiantes: Destiny Student New Hill
El alojamiento en Irlanda no es barato y tuvimos que dedicar tiempo a la búsqueda de Bed & Breakfast, albergues y hoteles que se ajustaran a nuestro presupuesto. La ciudad en la que nos costó más encontrar el alojamiento adecuado fue Dublín. Hay mucha oferta, pero hasta los albergues tenían un importe elevado por noche y nos planteamos, ya que era nuestra última parada en Irlanda, gastarnos un dineral en un buen hotel y hacer un final de vacaciones a lo grande, ya que la diferencia nos compensaba. Por suerte, antes de invertir gran parte de nuestro presupuesto en las 4 noches que pasamos en Dublín encontramos una residencia de estudiantes Destiny Student New Hill. Está situada al lado del barrio de The Liberties, a 15 minutos andando del centro. La residencia es nueva, tiene habitaciones funcionales, muy correctas y nos parece la mejor opción para reducir costes del viaje. Puedes ver el detalle del alojamiento en Alojamiento en Irlanda.
En el caso de que queráis preparar vuestro propio viaje a Dublín aquí os dejamos información útil:
Prepara la Mochila para Irlanda, todo lo necesario que hay que tener en cuenta.
Alquilar un coche en Irlanda si decides no ir en transporte público.
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