
Nuestro vuelo de Barcelona a Brujas sale, hoy día 22 de septiembre del 2018, a las 06:55 de la mañana y llega a Bruselas a las 09:55 horas. Nos vamos a dar un madrugón pero la intención es aprovechar todo el día y contando con el desplazamiento en tren desde Bruselas, llegaremos a Brujas no mas tarde de las 12 horas de la mañana. La verdad es que cuando ha sonado el despertador a las 04:30 horas ha sido como un mazazo pero ¡Sarna con gusto no pica! así que despertadores, desayuno y desplazamientos incluidos han dado lugar a que a las 10 de la mañana y agradeciendo un vuelo tranquilo estemos plantadas en Bélgica a las 10 de la mañana.
Es sencillo encontrar indicadores, en el aeropuerto de Bruselas que te llevan hasta el tren que es el medio de desplazamiento que utilizaremos para llegar a Brujas. En el mismo aeropuerto unas cuantas plantas más abajo lo hemos encontrado y tras comprar el billete en ventanilla (también hay máquinas expendedoras) hemos cogido el siguiente tren que salía hacia nuestro esperado destino: brujas. El detalle del desplazamiento puedes consultarlo en Como desplazarte entre Bruselas, Brujas y Gante.
La ciudad de Brujas
Hemos llegado a Brujas una hora y media después, aunque el tren ha ido más lento de lo normal. Hay como unos 100 kilómetros de distancia pero mirando el paisaje se pasa rápido. Nuestra intención es alojarnos dos noches en Brujas porque queremos disfrutar de paseos al atardecer cuando la ciudad esté más despejada.
A las 11:30 estábamos en la Estación Central y no tiene pérdida porque es la única de Brujas y bastante grande. Antes de salir hemos ido a la oficina de turismo que se encuentra en la misma estación y hemos pedido un mapa turístico que ha resultado maravilloso porque está libre de publicidad y es de lo más práctico.

Para llegar al hotel, por suerte, no tenemos que pasar por ninguna de las zonas «cruciales» que queremos ver y disfrutar de Brujas pero sí que tenemos que, por primera vez, cruzar uno de los famosos canales que cruzan la ciudad. Brujas, el centro de la ciudad y que recorreremos, está rodeado por una especie de río que hace las veces de muralla de la ciudad.
De momento el día aguanta pero como podéis ver por las fotos que hemos hecho, parece que de un momento a otro va a ponerse a llover. De hecho hace amagos pero no aprieta. ¡Eso si! venimos preparadas con nuestros chubasqueros para, aunque caiga un aguacero no perdernos nada de nuestros paseos por Brujas.
Llegamos a la calle Nieuwe Gentweb,114 donde tenemos reservada una habitación en Nextdoor B&B. Cuando llegamos nos gusta el edificio o casa grande y no parece ni de lejos lo grande que es por dentro cuando lo ves por fuera. Nos atiende Peter, que junto con su mujer son los propietarios del alojamiento. Nos muestra el funcionamiento de la casa, hora de desayuno y nos pregunta si ¡Tenemos preguntas sobre Brujas! pues muchas, terminamos de llegar pero no se las hacemos. Lo que sí que le preguntamos son algunos lugares dónde poder ir a cenar esa noche y nos ofrece dos muy cercanos al B&B; luego, cuando sean pasadas las 18 horas nos acercaremos a ver qué dan de cenar.
Molinos y puertas de Brujas, alguna Iglesia por el camino
Seguimos paseando por esta zona de Brujas, estamos en el este de la ciudad, y nos encontramos con la Capilla de Jerusalén, a la que para entrar hay que pagar (y no entramos) pero que sí que se puede admirar desde fuera y tener en cuenta la media luna que hay en su campanario. Con eso ya te haces una idea de lo diferente que es respecto a las otras.
En esta zona, a parte de la comentada capilla, nos paramos a ver los detalles de la zona así como las calles. Desde luego que Brujas tiene fama y es porque, a pesar de no haber visto casi nada aun o bien los monumentos más emblemáticos, te deja con la boca abierta. Vemos que no solo han cuidado cada pequeño detalle de las casas, ya sean grandes o pequeñas, también los buzones y las fuentes de agua.
Y por fin, hemos llegado a una de las imágenes mas conocidas de la ciudad en la zona de los molinos. En el tramo que va de la puerta de Dampoort a la puerta de Kruisport podréis encontrar 4 molinos muy bien cuidados y lo mejor de todo es que se trata de una zona verde en la rivera del río que rodea Brujas, así que en un tramos de unos 20 minutos, se pueden ver dos puertas de acceso a la ciudad y los 4 molinos que quedan. Las vistas son espléndidas.
Dirección al Burg y la Plaza Mark, cruzando los canales
Ahora ya si que toca dirigirse a lo que se considera el centro del centro ¡valga la expresión!
De camino al Burg pasamos por la Calle Groenerei, que se trata de una calle peatonal junto a un cruce de canales y puentes que debe ser de las zonas mas fotografiadas de Brujas junto al Huiden-vettersplein que se encuentra a 5 minutos escasos caminando. Ambos ramos de la ciudad son imprescindibles desde nuestro punto de vista.

Aun sin salir del asombro de lo bonita que es esta zona, encontramos una plaza que parece un mercado. Miramos el mapa y nos encontramos en la plaza del Mercado de Vismarkt. Se trata de una plaza cubierta con columnas de piedra y que alberga el mercado de pescado. No cabe duda porque los puestos están hechos de piedra e indica muy bien para que se utiliza. El mercado parece ser que data de 1821 y aun, a día de hoy, sigue funcionando. Está abierto de martes a sábado por las mañanas así que no hemos encontrado pescado pero parece que por la tarde las ventas versan sobre artesanía local. Así que el mercado tiene dos tipos de producto dependiendo de cuándo lo visites.


Catedral de San Salvador, Hospital de San Juan y el Begijnhof
Cuando descendemos del campanario, decidimos que queremos seguir viendo la ciudad y nos adentramos en una de las calles principales y más comerciales de Brujas: Streenstraat. Esta calle rápidamente nos damos cuenta que si nos falta algo de ropa, comida, chocolate o cualquier necesidad que tengamos podemos encontrarla. Por otro lado, la calle es preciosa y mirando a izquierda y derecha vemos que hay otras callejuelas más pequeñas que son un encanto. Entramos en algunas de ellas, aunque sea por el placer de verlas y el placer de aislarnos un poco de los demás visitantes de la ciudad. Os aconsejamos que lo hagáis, descubriréis verdaderos rincones maravillosos!
Seguimos caminando y de bruces nos damos con la Catedral de San Salvador. Esta era otra de las visitas que teníamos pensadas y hemos calculado bien la hora porque hemos entrado justo en el momento en que empezaba la ceremonia de misa católica. No somos dadas a estos menesteres pero dado que esta ciudad está repleta de iglesias hemos pensado que en La Catedral, podría esperarnos algo diferente y hemos acertado: el inicio a la ceremonia es todo un ritual en el que se puede apreciar notablemente el órgano y el acceso de los sacerdotes al Altar es digno de pasarse unos minutos a ver.
Nos dirigimos hacia el Hospital de San Juan y para llegar a este complejo, tenemos que pasar por St. Salvatorskerkhof, que es la calle que circunvala la Catedral de San Salvador. Os aconsejamos que paséis por aquí dado que os topareis con una casa aislada y muy bien conservado que indica, claramente, que data del 1669.
Y por fin, muy cerca, llegamos al Hospital de San Juan. Es de acceso libre y se trata de un complejo muy bien mantenido en el que puedes ver edificios aislados mientras paseas. Salvando mucho las distancias nos recordó al hospital de San Pablo de Barcelona o bien el complejo de La Maternidad en Barcelona.
Caminamos por unas calles peatonales unos 10 minutos y llegamos a nuestra penúltima visita que tenemos pensada para Brujas: El Begijnhof. Nos maravilla porque no es un edificio, es toda una zona a la que para acceder, has de atravesar unas murallas y está rodeado por un foso. Parece un castillo en medio de Brujas pero cuando accedes a éste te das cuenta que te encuentras en un monasterio. Si alguna vez te han enseñado fotos de cisnes en Brujas, aquí es donde los vas a encontrar. !Hay infinidad de cisnes y patos en el foso que rodea el Behijnhof!
Nos pasamos un rato disfrutando de la tranquilidad que se respira en el lugar. Vemos la casa de la Gran dama, admiramos los detalles de casa una de las casitas que rodean el gran patio central del monasterio e incluso aprovechamos para saludar cortésmente a las mojas que aun viven allí. Las casas blancas están muy bien cuidadas y contrastan con el verde del patio central. Cada casa tiene muchos detalles y muy bien cuidados y nos llama la atención la cantidad de letreros que indican que guardemos silencio los visitantes puesto que es una zona de reposo y misticismo.
Accedemos a la iglesia de este monasterio y allí nos encontramos con muchas mojas que están orando. Una de ellas se levanta y accede al centro de la Iglesia para tocar las campanas. Se escuchan en todo el recinto pero cuando deja de tocarlas, el silencio vuelve a imperar.
Ultima parada de la visita a Brujas: El Minnewaterpark
Ya son casi las 18 horas de la tarde y la luz del día está finalizando aunque puede ser que sea porque el cielo vuelve a cerrarse amenazando llover otra vez. Ahora ya estamos algo cansadas pero queremos destinar un tiempo a pasear por este zona verde de la ciudad: el Minnewaterpark.
Se trata de toda una zona de jardines, con un canal que hace como si fuese un gran lago pero que desemboca al río que rodea todo el centro histórico de la ciudad. Paseamos tranquilamente por todo el parque contemplando la torre del polvorín y cruzamos el puente desde donde las panorámicas del parque son espectaculares. Los Domingos por la mañana, en el parque en la la plaza denominada Bargeplein hacen un mercadillo de antigüedades, mañana de camino a la estación para ver Gante intentaremos pasar por allí aunque sea de camino para verlo.


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